Terminado el Congreso Nacional del PP en Sevilla, ha quedado confirmado que D. Mariano Rajoy no se fía de sus políticos valencianos. Algo debe saber con mucho detalle sobre presuntas y posibles malas prácticas gestoras utilizadas por varios altos cargos del poder político valenciano de su propio Partido. De lo contrario, D. Esteban González Pons, su ex vicesecretario general de comunicación, definitivamente, hasta él mismo (pienso yo) estaba seguro de que era uno de los ministrables, o en última instancia su portavoz en el Congreso, o como un nuevo vicesecretario general con poder ejecutivo, adjunto a Dña. María Dolores de Cospedal, hubiese obtenido la recompensa correspondiente. Y no, ni él, que el día 20 de noviembre salió al balcón de la calle Génova como uno de los que más se trabajó la campaña del Sr. Rajoy (por cierto, el único de los que salieron al balcón a celebrar el triunfo, que, tras la victoria, y ya colocación de todos los cargos de confianza, se ha quedado fuera de ese reconocimiento, en compensación a la buena labor que como vicesecretario de comunicación realizó durante los últimos cuatro años); con lo cual, las dudas de quienes mandan en el PP de Madrid, o sea, D. Mariano Rajoy, Dña. Soraya Saénz de Santamaría y Dña. María Dolores de Cospedal, son más que obvias.
Y más sospechoso todavía que la Todopoderosa Dña Rita Barberá no haya sido capaz de imponerse al aparato del Partido y exigirles, claramente, porque los votos la avalan, que como mínimo un valenciano o una valenciana forme parte del gobierno.
Consentir que el propio Sr. González Pons se quede relegado a un puesto de vicesecretario de un departamento sin poder político, encargado de la planificación; es como situar a alguien en un despacho y nada más........sin pena ni gloria. Y ello, demuestra a las claras que Madrid no se fía para nada de lo que sus cólegas valencianos le han venido transmitiendo y vendiendo en los últimos años.
Con esto queda confirmado desde el nombramiento del Sr.Fabra como Presidente de la Generalitat que la dirección del Partido en Madrid, desde el caso Camps, descubrió , sin lugar a dudas, que el feudo de Valencia podía oler mal. El propio nombramiento del Sr. Fabra lo hizo el Sr. Rajoy en contra de la opinión de la Sra. Barberá. Primera imposición, el nombramiento del Sr. Fabra. Y desde ese momento se evidencia que las informaciones que el nuevo Presidente de la Generalitat va transmitiendo a sus jefes madrileños no concuerdan con las que tenían hasta la fecha.
Por lo tanto, en este momento, me atrevo a confirmar que el PP valenciano ha perdido poder dentro de su organigrama nacional e inclusive la fiabilidad que de ellos tenían en Madrid.
Pero, no es menos cierto, que si ello es así, los votantes somos quienes debemos tener la última palabra. Las elecciones no las ganó el PP-Madrid, en Valencia las ganó Dña. Rita Barberá y el Sr. Camps. Por consiguiente, lo justo, lo serio, honrado y transparente, es que si desde Madrid se duda de Valencia, el propio aparato del Partido debiera provocar unas elecciones anticipadas, que se destapasen las presuntas dudas, y que los valencianos nos pudiésemos pronunciar...........Qué utopía, Dios mío !!!!!!!!....por un momento me he confundido, me he ido al Cielo, y no, no, estoy aquí, en la Tierra.
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