jueves, 24 de mayo de 2012

EL ENFADO DE NUESTRA REINA, EL PAPEL DE LA PRINCESA Y LA SOLUCIÓN A CORINNA......

Estoy de parte de la Reina. Nadie puede prohibir a nuestra Reina una decisión personal. Allá ella con su responsabilidad. El Gobierno en estos momentos tiene problemas diplomáticos con Gibraltar; evidente. Los ingleses, como siempre, van a la suya y con sus rarezas....nuestros pescadores se están viendo acosados. Pero en cualquier caso, eso se ha de resolver entre nuestros diplomáticos. Si Su Majestad, a nivel personal, aún como Reina de España, le apetecía estar junto a la realeza europea y especialmente con  su amiga Rayna de Jordania, "soportando" como anfitriona a la rancia Reina de Inglaterra; en cualquier caso, mi opinión personal ha sido que, mi admirado Ministro de Asuntos Exteriores, Sr. García Margallo (por cierto, paisano nuestro) debió aprovechar la presencia de Su Majestad para encargarle la misión diplomática directa a nuestra Reina para, en privado, hacerle llegar a la Reina Isabel II el malestar de nuestro Gobierno; eso hubiese sido lo correcto, diplomático y hábil. No olvidemos que la Reina de Inglaterra fué, ha sido y sigue siendo la protectora de la Familia Real Griega en el exilio, especialmente del hermano de nuestra Reina Sofía, el Rey Constantino de Grecia.

¿A quién le debemos todo lo que se está destapando, especialmente en este último año, sobre la aparente impecable Familia Real Española?.......Obviamente a nuestra Princesa de Asturias. Nadie es capaz de reconocerle el mérito. Pero es así. Ella ha hecho que nuestro Príncipe ejerza de verdadero heredero de la Jefatura del Estado. Ella ha hecho que como hombre, marido y padre, Felipe de Borbón se comporte de una manera totalmente distinta a como él era, y a lo que estaba acostumbrado a ver y vivir en su entorno familiar. Ella ha sido la que poco a poco ha ido destapando la espoleta.......unos cuñados extraños, unas cuñadas que no la admitían como tal, solo una suegra, S.M. la Reina que la ayudó desde el primer momento porque así se lo exigió su Hijo del alma; y un suegro, S.M. El Rey del que ella se imaginaba algo pero no tanto.

La Princesa ha sido la protagonista de que su marido, por fín, le dijese a su Padre que, sin duda, es el Rey de España, el Jefe del Estado, que, en los últimos años, ciertamente, lo ha tenido algo olvidado.

Y por fín, los consejeros y asesores de Su Majestad, hemos conseguido convencerle de que a la Princesa Corinna había que darle una solución de finiquito total.

Corinna apareció en su vida en el año 2.002. A él, durante éstos años le ha servido de compañera, quizás de confidente personal (no de asuntos de Estado) y de válvula de escape. Se ha sentido a gusto con ella, tranquilo, sosegado....pero nada más. La tenía a temporadas en el Palacio del Pardo (gastos a cargo de D. Juan Carlos, de su sueldo personal como Jefe de Estado, para nada a cargo de los presupuestos de La Casa Real). Y hace dos semanas, definitivamente, Corinna, 25 años menos que D. Juan Carlos, ha desaparecido de su vida. Dos agentes del C.N.I. (Centro Nacional de Inteligencia) y un afamado bufette de abogados internacional han sido los negociadores de ese punto y final. Ella ha entregado fotografías y algún correo que demostraba el vínculo amistoso y de buena relación hombre-mujer; no ha devuelto los regalos recibidos en éstos años; y ha recibido una importante cantidad de dinero. Corinna inclusive, en éstos últimos meses, se atrevió a lo que nunca debió hacer: -ponerlo en la tesitura de: -o ella, o La Corona de España-....se pasó. Tenemos información sobrada para poder afirmar que hubo amistad, muy buena relación, Él se sentía a gusto con ella, sus conversaciones le agradaban y su compañía le encantaba; pero el C.N.I. tiene constancia de que entre ambos, en éstos años, no hubo sexo; quizás algún roce, por supuesto, cariño, sí y un feeling especial, a todo eso rotundamente, sí.

Y conste que de esta relación la Princesa sabía más que cualquier miembro de la Familia. Y es que la Princesa no pertenece por nacimiento a la Realeza. La Princesa como dijeron en su día los hipócritas cortesanos era una PLEBEYA. Gracias Señora.......Su estilo, su formación, su autenticidad como mujer y como una ciudadana más,  ha hecho posible que un engreído Príncipe sea un Hombre de Bien y que La Casa Real Española haya ido eliminando lo que de rancio estaba acumulando.Es posible que S.A.R. republicana de convicción, logre, si llega a ser Reina de España, que la Jefatura del Estado Español se parezca más a lo que debe ser: -una auténtica Jefatura de Estado, llámese Monarquía o República-.

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