Uno de las parámetros en los que se justifican los poderosos "Mercados" para atacar la credibilidad del Gobierno Español es, evidentemente, la elevada cifra de Parados (más del 50% del total europeo) en la que nos encontramos los españoles. El Gobierno socialista cerró la etapa con cerca de 5 millones de personas y en estos momentos la cifra está superada, y lo peor, vamos en aumento. Los propios ministros del Ramo están presupuestando para el primer semestre un posible aumento de 600.000 parados.
Le he escrito a la Ministra Fátima Bañez porque no sé a qué espera para:
1. Delegar el Control de los Parados a los Ayuntamientos. De tal manera que cada Parado, en primer lugar los que están cobrando desempleo, por este orden, se personen diariamente a su Ayuntamiento.
2. Autorizar a los Ayuntamientos para que a los Parados perceptores de subsidio les asignen trabajos para la Comunidad; cada uno, a ser posible de su propia profesión.
3. Liberalizar los horarios comerciales, determinando, como ya he dicho en anteriores escritos, la obligación a las Grandes Empresas Comerciales de contratar por fines de semana a desempleados, dando preferencia a los que no perciben subsidio, pagándoles sueldos mensuales de 400 euros.
4. Cada Ayuntamiento, previa la selección correspondiente y determinación por profesiones o aspirantes a las distintas profesiones de cada una de las personas registradas en el Paro; tener la potestad de a cada autónomo de su población asignarle una persona para que le haga funciones de aprendizaje, ayundantía o de trabajo a nivel de oficial u oficiala, según conocimientos. Si cobra desempleo no debe cobrar sueldo. Y si no percibe subsidio de ningún tipo, cuantificar cuál sería el coste total, calculando sueldos de media jornada base mínima, y que dicho coste fuera a cargo directo del resto de ciudadanos vía tasas.
Con éstas medidas, PUEDO ASEGURAR que, INMEDIATAMENTE el total de Parados en España se reduciría en un 50%. No solo porque podríamos eliminarlos de la lista de Parados, sino, además, lo más importante, porque ellos mismos se autoeliminarían. Unos porque descubriríamos que están trabajando en la economía sumergida y lógicamente renunciarían al ofrecimiento; otros porque al negarse a desarrollar el trabajo ofrecido, que, lamentablemente, serían más de los que nos pensamos, automáticamente, deberíamos eliminarlos de la Lista de Parados.
En consecuencia, España presentaría a dos meses vista una reducción de la mitad del Paro oficial, y los poderosos Mercados recuperarían la confianza que les falta.
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