Hoy hemos sabido por la empresa económica especializada que, en el peor año de crisis de la historia contemporánea española, con una destrucción oficial de 600.000 puestos de trabajo, D. Juan Roig, propietario de la Empresa valenciana, Mercadona, ha creado más de 6.000 puestos de trabajo fijos, alcanzando su plantilla un total de 70.000 empleados; ha alcanzado su más alta cota de beneficios, incrementado sobre el último ejercicio en un 19%, sigue su línea de expansión, abriendo supermercados en la Comunidad de Navarra, que, hasta hace poco le era vetada, está a punto de cerrarse una operación de compra de una pequeña cadena de supermercados de propiedad familiar en Italia, para, con ello, iniciar su entrada en el mercado italiano, y en el próximo mes de abril va a abrir un supermercado en la milla de oro de la capital de España, en plena calle Serrano de Madrid, en el barrio más rico, el de Salamanca, donde, por cierto están ubicadas las marcas internacionales más caras y de mayor prestigio comercial.
En la televisión, esta misma noche, hemos podido ver como entrevistaban a algunos de sus empleados, y, todos, han afirmado que, este mismo mes han cobrado una paga extraordinaria que, según beneficios, tiene por costumbre, de manera paternalista, como así se decía en los años 70, pagar a sus empleados D. Juan Roig, haciéndoles partícipes del reparto de lucro obtenido, que, como él dice, es gracias al esfuerzo de todos.
Él, D. Juan Roig, hace años, implantó como empresario su propio estilo de liderazgo. A todos los empleados los hizo fijos. Y creó la categoría laboral única multipuesto dentro de sus supermercados. Cajeras, cajeros, reponedores, encargados de almacén, personal de limpieza, todos, sin exclusión, son los mismos, los únicos, los que forman el equipo de trabajo de cada supermercado que, por semanas, y de común acuerdo se van alternando y ocupando los distintos puestos de trabajo. En cada centro de trabajo solo hay un encargado o encargada que goza de una categoría laboral algo superior, pero nada más...los demás todos son iguales, y los sueldos son los mismos, solo los distingue la antigüedad.
Un valenciano de pro que en plena crisis está alcanzando el triunfo. Y que en estos momentos, habiendo partido hace unos 40 años de una tienda familiar, primero una simple carnicería, ubicada en el cercano pueblo de Foyos, no solo es líder en su sector, y una de las primeras empresas de España, sino que además goza de la confianza y credibilidad de los principales políticos y tecnócratas de nuestro país, confiándole a él el consejo sobre muchas cuestiones antes de tomar importantes decisiones.
Si el Presidente del Gobierno tuviese un consejo particular de asesores, que seguro que lo tendrá, en él, sin duda, debe tener a los tres empresarios más dinámicos e inteligentes de nuestro país: D. Amancio Ortega de Insdytex, D. Isidoro Alvarez de El Corte Inglés y a D. Juan Roig de Mercadona. Con ellos tres, que, además no necesitarían de sueldo alguno, el Sr. Presidente podría estar seguro de que sus sabios consejos le llevarían a sus mejores éxitos y soluciones.
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