Los periodistas de investigación ya están reclamando que, como mucho, antes del verano el Gobierno del Presidente Rajoy, inicie sin demora, la REFORMA DE TODAS LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS:
Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas y Administración del Estado.
Ante la opinión pública ello va a ser indispensable. Si los españoles vemos, que, al fin, desde el Gobierno Central se pone veto y control al gasto de todas las administraciones públicas partiendo de la base, que son los ayuntamientos, sin dudarlo, entenderemos todos, los recortes y seguras subidas de impuestos, especialmente al lujo, que, sin duda, el Gobierno va a tener que afrontar. Y la sociedad civil entenderá sin ninguna duda la segura subida del tipo de IVA que por imperativo europeo y por necesidad recaudatoria para cuadrar cuentas, el Gobierno tendrá que implantar, posiblemente, entre los meses de abril y mayo próximos.
La subida del IVA encarecerá los productos, obvio, pero, no por ello, el precio final de los mismos se ha de encarecer. Si el ejemplo cunde y el control público se realiza, los empresarios, teniendo en cuenta la situación actual del mercado no encarecerán el precio final de los productos...asumirán ese coste añadido y quienes sean capaces de subsistir con el margen de beneficio que les resulte suficiente para mantener sus infraestructuras y seguir obteniendo unos beneficios dignos, serán los que se quedarán después de esta reconversión económica-social, y quienes no puedan, evidentemente, se quedarán descolgados de esta Nueva Sociedad Empresarial y de Consumo que está ahí, a la vuelta de la esquina.
Por ello, estoy seguro que la subida inminente del IVA no va a repercutir en nada al consumidor, al menos en aquellos productos necesarios para mantener una vida digna.
Y si al subir al IVA, consiguientemente suben los carburantes, el tabaco, el alcohol, etc.......quienes económicamente puedan soportarlo que lo hagan, y quienes no puedan, la solución es fácil:que utilicen el transportes público, que no fumen y que beban menos whiskys.
Inclusive antes de la subida del IVA, el Gobierno ya está tardando en poner muchos más gravámenes a los carburantes, al tabaco, al alcohol y otros muchos que ocuparían una larga lista. El segmento social que puede económicamente afrontar los precios que se estipulen, aunque se dupliquen o se tripliquen, por su propio poder adquisitivo van a poder seguir consumiendo igual. Por lo tanto, quien quiera consumir éste tipo de productos, sencillamente, que lo pague; es aplicar la Justicia Social.
La única excepción que aplicaría yo, sería la de los carburantes que necesitan los transportistas y el transporte público. A ese sector, evidentemente, incluído el agrícola, hay que aplicarles un tratamiento o regímen especial. Ellos no han de sufrir esa extraordinaria carga. Tampoco habría que aplicarlo sobre los consumos de las energías, tanto para uso doméstico como para el industrial.
E insisto, si la sociedad española vemos, que, por fín, las administraciones van a ser controladas y auditadas, y si hace falta intervenidas; todos, sin excepción estaremos dispuestos a colaborar a la recuperación del estado de quiebra técnica estatal en la que nos encontramos.
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